Cristian-Warnken-1200x500-1024x427-1
Publicado Junio 15, 2020
Fuente:
Carta abierta a Cristián Warnken
Cuerpo

Los acomodaticios y amarillos, que desde sus púlpitos, tarimas, nichos o podios, pontifican, sonríen, se golpean el pecho o dejan deslizar, por sus dedos satisfechos y propositivos. Estos parecen haber encontrado el perfecto equilibrio de la verdad, ¿no es cierto, Warnken?

Los acomodaticios y amarillos, que desde sus púlpitos, tarimas, nichos o podios, pontifican, sonríen, se golpean el pecho o dejan deslizar, por sus dedos satisfechos y propositivos. Estos parecen haber encontrado el perfecto equilibrio de la verdad, ¿no es cierto, Warnken?

Ni soy comisario ni pretendería "lincharte", lo que no es necesario a estas alturas (o bajuras) del partido que nuestra "selección" va perdiendo por goleada contra el Corona Virus FC.

La honda crisis, sanitaria y social, ha ido desnudando todo tipo de miserias en este país entre isleño y aldeano.

Están los que se niegan a ver las precariedades de más de la mitad de los chilenos, entre los que destaca Jaime Mañalich (a confesión de partes, relevo de pruebas), el presidente de turno en La Moneda y la mayoría de sus soberbios adláteres; están los que quieren incendiarlo todo, culpando al "modelo" o al "sistema" de todas las penurias humanas ocurridas, ocurrentes y por ocurrir, olvidando los móviles atávicos y endémicos de la condición humana; están los que analizan el momento y las circunstancias bajo el prisma de sus convicciones filosóficas; están los que no quieren enterarse de nada, para dejar el "complejo" problema a cargo de los agentes ejecutores del Estado, incluyendo, por supuesto, el aparato represor que resguardará sus intereses frente a las hordas amenazantes de pobres y descontentos (aporofobia); están los tiernos de corazón, dispuestos a entender y entenderse con "buenos" y "malos", porque todos somos - o seríamos - hijos de ese Dios que parece no acudir a tiempo a ninguna catástrofe, telúrica o humana (Auchwitz, Treblinka, Ucrania, etc.); y están - quizá los peores - los acomodaticios y amarillos, que desde sus púlpitos, tarimas, nichos o podios, pontifican, sonríen, se golpean el pecho o dejan deslizar, por sus dedos satisfechos y propositivos, las cuentas de su camándula contemporizadora. Estos parecen haber encontrado el perfecto equilibrio de la verdad, ¿no es cierto, Warnken?

Pero hay, a pesar de todo, una plebe aún expectante en el ágora, una ciudadanía, una opinión pública, una intelectualidad, una intelligentzia (al parecer cada vez más reducida) que los observa con atención –que te observa y escucha, Cristián-, sorpresa y desencanto, solo al apreciar desde dónde predican, quiénes les otorgan tribuna -bien pagada, qué duda cabe- a quienes respaldan, defienden y encomian, desde su pretendida ecuanimidad y falsa inocencia o dudosa imparcialidad, a los crápulas de salud y de la administración del Estado.

Esta pandemia te ha desnudado, Cristián, y ese es tu propio linchamiento: la mirada de muchos que un día admiramos tu hoy extraviada lucidez intelectual, diluida en el edulcorado brebaje de los ahítos y pusilánimes.

Estás ahora, como Jehová te lanzó al mundo, desnudo, en medio de la Plaza de la Constitución, mientras te miran los ojos de nuestra Historia.

El frío que padezcas será el de tu alma. El cuerpo lo tienes bien arropado por las manos de la "canalla dorada", la que viene mutilando nuestros sueños desde hace dos siglos, la que mira esta crisis brutal como otra opción de afianzar su poder y de llenar sus faltriqueras...

Te mira también, con sus grandes ojos inquisitivos, tu ilustre tío, el Poeta Enrique Lihn. ¡Que te aproveche, cortesano!

Columnas populares

Columnas más populares de las últimas 2 semanas.

Los análisis de los resultados de las elecciones del 07 de mayo en Chile compiten en materia de inconsistencia, ignorancia y mala fe. En la materia conviene regresar a los elementos básicos: los números. Hacerlos hablar. Pero no como los ventrílocuos... He aquí un esfuerzo por comprender lo -a priori- incomprensible.
Estas instituciones de salud han estado cobrando excesos de pago en forma ilegal durante muchos años. En buen chileno, le han estado robando dinero al bolsillo de millones de cotizantes, pero la derecha, como siempre defensora de estos delitos, los llama “cobros indebidos” o “apropiación indebida”. Vaya eufemismo con el que denominan este asalto a la fe pública y al robo descarado.
Ciertamente existe un treinta y cuatro por ciento de ciudadanos que hay que encantar electoralmente, sobre todo cuando se sabe que esta cifra ha sido muy incrementada por el voto de izquierda duro y desilusionado de la gestión gubernamental como del rendimiento de partidos que están sumidos en su oficio de repartirse los cargos de la administración pública, así como deslizarse por el tobogán de la corrupción.