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El Mañana domingo 18 de julio, se llevarán a cabo las primarias de los partidos de derecha e izquierda en Chile. La coalición de “Chile Vamos”, compuesta por los partidos de la derecha que gobierna nuestro país presentan cuatro candidatos que han sido ministros del actual gobierno: Joaquín Lavín, Mario Desbordes, Ignacio Briones y Sebastián Sichel. En la oposición de los partidos de izquierda, el Frente Amplio junto al partido comunista, en la alianza llamada “Apruebo Dignidad”, proponen dos candidaturas: Gabriel Boris versus Daniel Jadue.
En esa arena política, la cual no dicta nada diferente de la democracia representativa, tan profundamente en crisis en Chile. Los resultados de los recientes ejercicios electorales están a la vista: la altísima abstención en todas las elecciones; la demoledora victoria de los independiente en la convención; la derrota apabullante de los partidos conservadores de las dos derechas.
Es decir, por los resultados que nos muestran las elecciones de nuestro país desde al menos una década-La ciudadanía chilena no quiere nada con los partidos políticos- Si la democracia representativa está en crisis a nivel mundial, en Chile, padece de un cáncer terminal, causado por los actores que componen partidos políticos oligárquicos y corruptos. Todas estas organizaciones partisanas son cuerpos con células malignas, en estado de putrefacción, a la imagen de moribundos que se resisten a morir.
Máquinas electorales y sus candidatos
Seamos claros, todos los partidos políticos son máquinas electorales que tienen como primer objetivo hacerse del poder para distribuirse los recursos estatales-simbólicos, monetarios, tráfico de influencias- que provee el Estado. Tal como lo han demostrado los especialistas como Robert Michels en su clásico de la sociología de los partidos en Europa; Rémi Lefebvre o Frédéric Sawicki en sus estudios etnográficos sobre el partido socialista francés.
Personalmente, debo votar en París, pero esta vez no haré parte del espectáculo de los partidos políticos chilensis, porque simplemente no representan mi mirada de la democracia que se debe ejercer en estos tiempos, en los cuales, la ciudadanía quiere ser parte de las decisiones cruciales para nuestra sobrevivencia: cambio climático; parar el extractivismo de nuestros recursos naturales; pandemias; extrema desigualdad social; etc.
Los resultados electorales de la Convención, en donde los independientes fueron los grandes ganadores, especialmente los candidatos de la -Lista del Pueblo- la ciudadanía chilena se está inclinando por candidatos que no provengan de los partidos tradicionales.
Para los candidatos de derecha no voy a dedicarles muchas líneas analizando sus candidaturas, solamente indicar que son muy-caraduras- el primero de la lista es Ignacio Briones. Lavín es el eterno candidato, nos quiere pasar gato por liebre pero sigue siendo el mismo de siempre. Sobre el ex carabinero y el tal Sichel, no hay nada interesante para el análisis. Lo que sí nos debe refrescar en la memoria, éstos tienen algo en común - participaron como ministros en uno de los peores gobiernos que hemos tenido y bajo la presidencia del mandatario más indecente de la historia republicana de Chile-
Los candidatos del partido comunista y el Frente Amplio no dan el ancho. Jadue demostró en estas semanas que otra cosa es con guitarra. De Boric, jamás olvidaremos que se entrega fácilmente a la derecha como lo hizo para salvar el gobierno de Piñera y firmar el acuerdo por la Paz.
Un candidato como Jadue necesita una mejor preparación, los periodistas que trabajan para quienes se creen dueños de Chile lo reventaron. No es posible que Jadue no conozca la tasa de interés de un crédito hipotecario, como tampoco es aceptable que no sepa sobre el sistema de pensiones que implementará en su eventual gobierno. De igual forma, ha demostrado que no tiene capacidad para dar declaraciones estructuradas, pensadas con anterioridad, para que sus enemigos no tengan material para desacreditar su candidatura como lo fue su declaración sobre el cierre de la PYMES.
Esa declaración fue desafortunada, comida para alimentar a los medios de derecha que Jadue es dogmático, que aplicará al pie de la letra el marxismo cuando llegue al gobierno. Seamos realistas, a muy pocos en Chile les gustaría vivir como en Cuba. Lo viable es proponer modelos que se acerquen a los países nórdicos que tienen derechos sociales asegurados de calidad, instituciones transparentes, políticas públicas ecológicas, derechos del medioambiente, ayudas razonables del Estado para emprender y tener una buena calidad de vida.
Lo rescatable del programa de Jadue, es el plebiscito de iniciativa ciudadana para revocar mandatos de los políticos negligentes, corruptos y leyes que vayan en contra del interés general. Pero no propone ningún dispositivo para que los ciudadanos sean actores activos en el diseño de políticas públicas o leyes que beneficien al país.
Boric nunca ha sido de mi simpatía, me da la impresión que nació para vivir de la política y que lleva esta ilegítima carrera profesional en su adn familiar. Por la información que dispongo, nunca terminó su carrera de abogado y saltó directamente de la universidad al congreso para vivir de los suculentos sueldos que otorga el Estado. Además, opina porque no sabe o para la tribuna de la derecha. Por ejemplo, sobre Cuba, se le olvida que hay un bloqueo por más de 60 años, que es imposible tener democracia y respetar los derechos humanos cuando es un país que está constantemente amenazado de guerra por el imperialismo yanqui.
Cuando los países están amenazados de guerra, castigan a los traidores y no se permiten las manifestaciones. Si en Cuba hay un totalitarismo es por culpa no solamente del régimen cubano, es también por culpa de los Estados Unidos que han bloqueado económicamente y que los tienen constantemente amenazado. Entonces, hay que ser objetivos. Es verdad, que los cubanos no han seguido el ejemplo de China para modernizar su economía, ni para salirse del dogmatismo e ideologías que son del siglo pasado. Sin embargo, Estados Unidos, les ha impuesto un bloqueo que les afecta considerablemente y que los tiene atrapados en un modelo que ha fracasado en todo el mundo.
La hora de los independientes, la tierra y la democracia directa
En ese marco, Diego Ancalao Gavilán, nuestro columnista, me parece que es un legítimo candidato. He tenido la oportunidad de conocerlo por intermedio de una columna que le han publicado en el Mostrador, en la cual me sorprendió la calidad de sus argumentos, la claridad y simpleza de su escritura. Lo contacté, lo invité a ser parte de Nuestra República, aceptó con gusto, desde ese entonces hemos mantenido contacto y conversaciones a distancia.
Por otra parte, lo que más me ha llamado la atención de las ideas que encarna este hijo del pueblo mapuche es su libro y su manifiesto sobre el Buen vivir. Este concepto lo define como el resultado de muchos años de sabiduría aplicada, concentrada en la experiencia de los pueblos originarios, basada en la armonía de la persona consigo misma, con los demás y la naturaleza.
Para mi, esta idea del “Buen Vivir”, que se cristaliza en la cosmovisión mapuche es propicia para los tiempos de la ecología que estamos viviendo. Los efectos del cambio climático son inevitables y ya lo estamos viviendo. Muestra de aquello, en Europa, estamos viviendo desastres nunca vistos antes como las lluvias extremas que han afectado esta semana a Bélgica, Francia y Alemania. En Canadá, el calor ha llegado a los casi 50 grados, matando especies animales y la vida de 233 personas.
Ahora bien, a Diego Ancalao, se le acusa de haber sido militante de varios partidos políticos. Sin embargo, estas críticas no tienen un fundamento lógico, porque es muy legítimo haber sido militante y haberse dado cuenta que son organizaciones antidemocráticas. Para tener una critica fundada sobre los partidos, es necesario estudiar o conocer vía una experiencia el funcionamiento interno de las organizaciones políticas. Seguramente, pudo constatar que los partidos son dirigidos por castas, jefes que imponen sus intereses personales. Como lo han demostrado diversos estudios académicos señalados, los partidos políticos son instituciones oligárquicas en contradicción con la real democracia.
Tal como lo preconiza el premio nacional de historia Gabriel Salazar, basta de imitar modelos extranjeros como el socialismo, comunismo o el actual neoliberalismo salvaje que rige en Chile. Todos estos modelos han fracasado y son responsables del actual desastre ecológico que estamos viviendo. Tal vez, extraer lo mejor de todos esos modelos, pero dando prioridad a nuestro propio modelo, teniendo como eje central el cuidado de la tierra, del agua y los otros recursos naturales que disponemos.
En el nuevo modelo económico y social chileno, el conductor principal de la economía tiene que ser el Estado y no el mercado. Porque simplemente, el primer deber moral del Estado es velar por el bienestar de la ciudadanía y no velar por la salud de un mercado dominado por la ambición voraz de unos pocos empresarios inescrupulosos. El Estado, debe impulsar políticas públicas para promover la innovación empresarial, basadas en economías colaborativas, ecológicas, locales y sustentables en el tiempo.
En concreto, el show es patético, nada de lo que están proponiendo los candidatos de la partidocracia chilena es innovador. Es más de lo mismo, la pobreza en ideas en lo democrático y económico es evidente. Continúan copiando modelos acabados. Todos son dogmáticos, cargados de fanatismo radical hacia las ideologías que nos han conllevado a guerras y a la destrucción del planeta. Los partidos son organizaciones que funcionan como empresas, muchas veces como mafia y desconectadas con los avances tecnológicos que disponen los ciudadanos para participar directamente en decisiones tan fundamentales para nuestras vidas, para nuestros hijos, nuestra biodiversidad y nuestra propia existencia en este planeta.
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