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Para los y las chilenas y pueblos originarios el 4 de julio de 2021 marcó un hecho histórico, después de más de 200 años de violencia económica-militar y sus efectos nocivos en el ámbito social, cultural, político y de negacionismo a la plurinacionalidad territorial, encontrarnos con el re-nacimiento de un poder soberano que se creía aniquilado producto del egoísmo antropocéntrico de una filosofía liberal economicista plasmada en sus leyes e instituciones coloniales. Esa que reprimió al vulgo que acompañaba a sus constituyentes electos con el poder de las fuerzas policiales especiales encargadas de mantener el orden vía la violencia institucional.
Entre las tinieblas de la violencia que prevaleció por varias horas se logró constituir la Convención Constituyente siendo electa la Señora Elisa Loncón Antileo como presidenta, representante del pueblo originario Mapuche, y como vicepresidente el Señor Jaime Bassa. Por fin, respirábamos esperanzas del nacimiento de un nuevo Chile donde la vida y el respeto a los derechos humanos, sociales, económicos y territoriales constituirán el principio y fin de la verdad, la sabiduría y la justicia, como un poder antagónico a la economía capitalista y su tasa de ganancia. Sin embargo, el gobierno no deja de sorprender por su ineficiencia en cuestiones logísticas administrativas quedando en evidencia el fallo de las condiciones mínimas para garantizar el inicio a los trabajos de los constituyentes en el Ex Congreso Nacional, la que fue postergada para el 7 del corriente, en síntesis, nada funcionó pese al millonario contrato con la empresa Street Machine Corp S.A por un monto de $450.097.027. La duda que nos queda ¿pretenderá el gobierno premeditadamente boicotear la Convención?, considerando que cuestiones de conectividad telemática y apoyo sanitario se suponía ¿o no?, resuelto y gestionado con bastante antelación a la primera sesión de la Convención Constituyente. Pues bien, mucho se habla del legado histórico de Sebastián Piñera y su quehacer republicano, entonces, quien lo redacte suma un nuevo capítulo.
Ahora, el consciente colectivo deberá comprender en cada estadio de la realidad que vive cómo el actual sistema político económico siempre ha mantenido como fin la tasa de ganancia antes que la vida, lo que fácilmente se explica mirando la historia llena de episodios de matanzas obreras, tiranía, y corrupción política-empresarial, en consecuencia, se hace necesario un esfuerzo participativo y colectivo para mirar el futuro basado en principios éticos y de bien común que permitan fundar una nueva institucionalidad y Estado.
Es por ello relevante no repetir la historia reciente de impunidad e injusticia aún no develada por los autores responsables civiles y militares que han negado la verdad de muertes y desapariciones de seres humanos en la época negra de 1973-1990, como la muerte de los Hermanos Vergara Toledo[1] y las penas irrisorias de los responsables materiales.
El 04 de julio se abrió un espacio para crecer como nación y es imprescindible que la soberanía que radica en el pueblo se haga escuchar a través de sus delegados constitucionalistas, ¿qué se pide?, pues bien, no repetir la historia reciente de impunidad e injusticia: liberar a los presos políticos de la revuelta que se inició el 18 de octubre de 2019, solo piden garantías, que el gobierno tramite rápidamente una ley de indulto, amnistía, justicia y reparación para los presos políticos, torturados, muertos, mutilados y vulnerados de lesa humanidad, que permita dar inicio a una Constitución sin los vicios, atropellos, violaciones y muertes del pasado, eliminando de raíz la administración y aplicación de una justicia en la medida de lo posible que ha vulnerado los derechos humanos cometiendo delito de prevaricación a sabiendas que su actuación y aplicación de sus leyes (seguridad interior del Estado) es una manifestación del abuso de autoridad, transformando a la justicia chilena en deleznables sayones del pueblo.
¿Qué nos queda?, en términos simples mirar a nuestro alrededor para observar que de las cosas simples y comunes del cotidiano de las vidas podremos formarnos un juicio de la realidad que nos han negado y ocultado, como lo señalara Recabarren (1910, p.255):” ...deseo que todos los que carecen de conocimientos científicos, como yo, con ayuda del sentido común, de un sencillo examen de los fenómenos de la vida y de la naturaleza de las cosas podamos formarnos un juicio de la verdad [y en consecuencia actuar en consciencia para exigir nuestros derechos como pueblo mestizo y originario: justicia, dignidad humana]”[2]
[1] Sección Memoria histórica: “La historia de los hijos de Luisa Toledo: La muerte de los hermanos Vergara en manos de la dictadura”, 06 de julio de 2021, fuente: www.resumen.cl.
[2] Recabarren, L. “Ricos y Pobres”. Conferencia dictada en Rengo, la noche del 3 de septiembre de 1910, con ocasión del primer Centenario de la Independencia.
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