Malestar que no es equivalente a una patología psiquiátrica, porque el sufrimiento es parte de la condición humana,y que tampoco se reduce a un hecho individual, aislado de la sociedad, sino que está vinculado, especialmente a nuestro país, a la falta de garantización de derechos sociales (educación, salud, vivienda, pensiones) por parte del Estado, ámbitos indispensables para el convivir comunitario.
En nuestra sociedad las problemáticas relacionadas con la salud mental abundan y se han agudizado en este contexto de crisis socio-sanitaria, por lo que la urgencia por abordarlas desde el Estado es más necesario que nunca.